Es importante que las brochas estén limpias antes de cada uso para poder garantizar una aplicación efectiva, un acabado natural y evitar problemas cutáneos.

  1. MOJE: Moje las fibras de la brocha con agua tibia. Evite mojar la férula y mango. esto puede dañar las fibras por dentro y reducir el tiempo de vida.
  2. LAVE: Agregue una pequeña cantidad de shampoo de bebe (no detergentes, vinagre ni líquidos abrasivos). Usando la palma de su mano o una herramienta texturizada creada para lavar brochas, frote en movimientos circulares para lavar las fibras y eliminar residuos. 
  3. ENJUAGUE: Continúe con la brocha hacia abajo, coloque la brocha debajo del caño abierto y mueva las fibras de lado a lado para eliminar los resudios y la espuma. Repita el paso 2 y 3 hasta que el agua esté limpia y la brocha no contenga maquillaje o suciedad. 
  4. PRESIONE: Suavemente exprima las fibras con la mano, toalla de micro fibra or papel toalla para remover el exceso de agua. Peine suavemente de la base hacia las puntas.
  5. SEQUE: Coloque las brochas sobre una toalla para secarlas naturalmente. No utilice secadoras de pelo ni otras herramientas para secar sus brochas. El proceso demora al rededor de 24 a 48 horas. Nunca las guarde húmedas ni mojadas.